martes, 12 de junio de 2007

EL MAPA DEL HAMBRE DE LA FAO

Hoy leí que la F.A.O. (la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) afirma que existen en el mundo 132 millones de niños obligados a cultivar la tierra. Se entiende, pues, que trabajan como si fueran campesinos adultos y, por lo tanto, que carecen de los derechos propios de la infancia. Esta cifra equivale a sumar la población de varios países europeos como Bélgica, Holanda y Francia o Alemania, Suiza y Austria. ¿Se imaginan?

A veces me sucede que no sé sobre qué escribir en el blog. Otras, que no tengo fuerzas ni palabras para hacerlo. En esta ocasión, creo que me pasó lo segundo. ¿Qué puede añadirse a esta noticia? Ayer compré un libro titulado Farabeuf, de Salvador Elizondo. En el prólogo, de Eduardo Lizalde, se lee:

"Farabeuf es sólo una desnuda, descarnada, fría y trágica mirada sobre ese páramo funesto que [...] es el hombre"

Hoy, al leer la noticia de la F.A.O., he recordado esas palabras y sólo puedo asentir con amargura porque ciertas cosas trastornan el equilibrio al ser humano y le impiden articular palabra alguna. Vean este mapa del hambre por épocas. Algunos países, con los años, han ido a peor. Si no fuera real, a uno le dan ganas de echarse a reír. Quizá por efecto del pánico y de la desesperación.

Cuando compren el especial "Dietas verano 2007" o les de vergüenza enseñar los michelines en la playa y duden, recuerden a esos 132 millones de niños trabajando la tierra todos los días del año.