sábado, 27 de diciembre de 2014

PARADOX


Cerró la librería Paradox, que es como decir que se ha ido un amigo. Todo lo puede el tiempo. Para mí Madrid se está pareciendo cada día más a un cementerio. Uno acaba paseando con sus recuerdos, reviviendo conversaciones lejanas, recordando a personas que ya no están...

Mi agradecimiento a todos los responsables de Paradox por haber hecho de la calle Santa Teresa un lugar reconocible y querido de nuestra ciudad. En sus estanterías encontré, durante años, los libros de psicología y psiquiatría que hoy enriquecen mi biblioteca; pero, sin duda, lo realmente reseñable es el trato profesional, cercano y atento que siempre recibí. Ellos aceptaron sin ninguna traba vender la revista que editaba antes de comenzar este blog, siendo yo un completo desconocido. Esos detalles permanecerán. Lamento mucho su cierre. Quedan la gratitud y el recuerdo de sus afortunados clientes y amigos. Imposible olvidar a su dueño, José Javier Lasa; la acogedora atmósfera de su establecimiento; la sensación de que no faltaba ni un solo título en sus anaqueles; el reconocible escaparate bajo la placa conmemorativa del domicilio de José Zorrilla... 

¡Hasta siempre, Paradox! Ojalá un día nos volvamos a encontrar.