
Este clásico infantil puede equipararse a otros éxitos literarios como El pequeño Nicolás en Francia, El pequeño vampiro en Alemania o Harry Potter en el Reino Unido. Su valor es tan grande que trasciende, al igual que lo hacen sus análogos europeos, las fronteras nacionales y se convierte en una referencia para millones de lectores infantiles de todo el mundo.
Si aún recuerda el vértigo que un niño siente cuando abre las páginas de un libro, esa excitación que produce dejarse llevar, confiar en el autor y vivir la magia de la historia narrada, no habrá olvidado las divertidas historias de Fray Perico.