jueves, 8 de marzo de 2007

LA CABEZA DEL MORO

Queridos amigos de EL BLOG ILUSTRADO:

México promete. El suplemento cultural del diario español ABC dedicaba su portada a testimoniar una realidad. El periódico rotulaba el pasado día 3 de febrero:

"LA CULTURA MEXICANA ES UNA DE LAS MÁS PUJANTES Y [DE] MAYOR VUELO CREATIVO DEL ÁMBITO DE LA LENGUA ESPAÑOLA. SU LITERATURA, SU ARTE Y SU CINE MUESTRAN LA VIGOROSA REALIDAD DE ESE GRAN PAÍS AMERICANO"

La realidad, no obstante, no suele ser tan feliz como se cree. La poderosa maquinaria económica de Europa, tampoco. Hay que arañar un poco la superficie para comprobar que no todo lo que reluce es oro: son el tesón y el valor de unos pocos hombres sacrificados los que consiguen sacar adelante, en muchos casos haciendo malabarismos, un proyecto editorial. Hay más fe en esta profesión que oficio. Y es que podría decirse del ejercicio de las letras, parafraseando al maestro, que es un acto de fe. Dejando a un lado la economía, que me importa más bien nada que poco, preferiría centrarme en la literatura. Ya he escrito en este blog que Hispanoamérica ha salvado a España desde hace muchas décadas. Aquí tal vez sobre mucho de lo que allá falta, pero desde hace poco. Allí abunda el talento, el ingenio y el pundonor que faltan en España desde hace tanto que uno ya no recuerda a un solo escritor en activo de los de antes. Por supuesto, claro, hay gloriosas excepciones, pero un país no puede vivir eternamente de las rentas y de cuatro islas que no dan ni para un triste archipiélago (ojo, por muy notables que sean esas figuras, que lo son y mucho, faltaría más). Quizá, sirva en nuestro descargo, no sea fácil escribir a la sombra de nuestros ilustres clásicos. Lo mismo podrían decir los hispanoamericanos y, sin embargo, ellos al teclado. Tal vez el XX haya sido el siglo áureo de las letras americanas, lo que explicaría su esplendor y las sombras de nuestra literatura, relegada no al olvido, pero sí a un segundo plano bastante discreto. Y todo esto, a pesar de que las primeras décadas de la anterior centuria fueron la Edad de Plata de la literatura española.

Hoy me llegó un sobre de México que esperaba con ilusión. Dentro, varios ejemplares de una revista llamada LA CABEZA DEL MORO. Más abajo, la portada del número seis. Se trata de una publicación trimestral de creación literaria. La edita el Instituto Zacatecano de Cultura "Ramón López Velarde" que dirige don David Eduardo Rivera Salinas. La revista está al cuidado de don Manuel R. Montes y cuenta con un consejo editorial compuesto por varias personas entre las que querría destacar a don Rafael Toriz, joven promesa del pensamiento y una figura a tener en cuenta desde ya. No hace mucho escribí que Enrique García de la Garza tendría mucho que decir en breve para mayor gloria de las letras mexicanas. Apunten a su lado el nombre de Rafael Toriz: savia nueva, impulso vital, chispa de la que nace la obra del ingenio. No les faltan cualidades y ya despuntan pese a su juventud. Serán parte del honor de nuestra lengua castellana.

No he tenido tiempo suficiente de leerla por completo -ya digo que acabo de recibirla-, pero sí lo suficiente para hacerme una idea cabal: me gusta mucho y se nota que hay un trabajo detrás llevado con pasión y esmero. Toda publicación cultural es un logro y una victoria sobre la ignominiosa barbarie, la incultura, el miedo. Seis números, dos años de edición... ¡larga vida a LA CABEZA DEL MORO!

Queridos amigos de México: mi saludo más cariñoso para todos vosotros. Ánimo, que vuestro trabajo merece mucho la pena.

Rafael