Al escuchar Con su blanca palidez, de Procol Harum, uno querría poder viajar en el tiempo y pasar unos días felices en aquel 1967. Ver Londres, Berlín, Roma, Madrid, México D.F., Buenos Aires... Creo que ninguna de esas ciudades es hoy la misma. Los que vivimos ahora el final de una larga juventud no podemos quejarnos: hemos vivido en paz, la tecnología y el avance médico han dado pasos de gigante y las naciones prósperas de Europa han creado una estructura política que ha permitido a muchos estudiantes salir de su país y romper las fronteras que antaño levantaran sus abuelos. Sin embargo, ¿a quién no le gustaría poder, aunque sólo fuera eso, observar por una mirilla aquel tiempo y aquella sociedad? La informática ha creado un antes y un después: nada será igual que ayer. Todo lo que sea en el futuro lo inauguramos ahora nosotros. Un dudoso privilegio. Angelina Jolie ha afirmado en una entrevista relacionada con la última película que ha protagonizado, Intercambio, del maestro Clint Eastwood, que le gusta la época en la que está ambientado el largometraje porque entonces todo iba más despacio. Hay quien elogia la lentitud y la considera una virtud poco común hoy. ¿Recuerdan Elogio de la lentitud? Tom Hodgkinson es un nombre que debería sonarles. Tiene página web: http://idler.co.uk/ (idler significa 'vago').
En fin, despacio, por favor, despacio.