sábado, 6 de septiembre de 2014

SEPTIEMBRE, VUELTA AL INFIERNO


Leo en la web del periódico británico The Independent una noticia sobre acoso escolar firmada por un padre cuyo hijo lleva un año sufriendo el maltrato de sus compañeros. Tras el final de las vacaciones estivales, el joven debe regresar al colegio. En su caso esto significa reencontrarse con sus maltratadores, volver a sufrir un calvario que tendrá consecuencias a corto, medio y largo plazo, y que se agravarán con el tiempo. Puede leerse el texto aquí

El padre reprocha a los responsables escolares que no defiendan a su hijo y la dirección insinúa que la culpa es de la víctima. ¡Bravo por esos educadores de cuarta!

A lo anteriormente citado se suman tres aspectos a tener en cuenta: la percepción subjetiva del acoso, la escasa capacidad actual del profesor ante este tipo de conflictos y, en muchas ocasiones, el silencio del niño acosado.

Se han publicado muchos libros sobre este asunto, pero me sorprende no haber encontrado estudios académicos que analicen el problema y sus consecuencias, su tratamiento y solución; son, más bien, ensayos generales y libros de divulgación. Un par de excepciones, aunque muy parciales, serían los trabajos de Dan Olweus (Conductas de acoso y amenaza entre escolares, Ediciones Morata), profesor de Psicología en la Universidad de Bergen, Noruega, y una de las principales autoridades en la materia; y Rosario Ortega (quien coordina Agresividad injustificada, "bullying" y violencia escolar, Alianza Editorial), catedrática de Psicología y directora del Departamento de Psicología de la Universidad de Córdoba, España, también fundadora del Observatorio Europeo de la Violencia Escolar.


El libro de Oweus se centra demasiado en las estadísticas, especialmente en Escandinavia, y sostiene que, si bien una característica que comparten todos los agredidos es un sentimiento de vergüenza, el que destaca entre los agresores es el de culpabilidad. Con este enfoque se podría considerar al agresor, en varios aspectos, una víctima más: por un lado, porque siente la necesidad de agredir a alguien; por otro, porque se siente mal al haberlo hecho. Juzgar así al agresor me parece bienintencionado y, en algunos casos, será el modo correcto de abordar el conflicto; lamentablemente, no creo que sea la forma acertada en todos ellos. Muchos sujetos violentos no sienten remordimientos ni se plantean siquiera la naturaleza cruel de su hostilidad. Estos chicos, al crecer, se convierten en adultos peligrosos y los encontramos en las empresas, de vecinos de comunidad, a veces de cónyuges o padres, etc. Son un foco de maldad y le amargan la vida al prójimo. Hacerles ver el dolor que conllevan sus actos no sirve de nada. La única solución hoy sería que dejaran de ser quienes son, y eso es imposible.

El texto de Rosario Ortega, en realidad, es un conjunto de ensayos redactados por varios especialistas que tratan el tema desde distintas perspectivas. Es un texto muy recomendable. Permítanme que les detalle el índice que los editores lamentablemente no han incluido en su página web:

- Introducción. Treinta años de investigación y prevención del bullying y la violencia escolar, Rosario Ortega.

Primera Parte: Violencia escolar y bullying.

- 1. Orígenes y primeros estudios del bullying escolar, Erling Roland. Introducción, Primeros estudios y primeras intervenciones sobre bullying, El trabajo contra el bullying en Noruega, el programa Zero contra el bullying en Noruega, Modelo de aplicación del programa Zero, Conclusión y Bibliografía.
- 2. El estudio científico del fenómeno bullying, Virginia Sánchez y Rosario Ortega. Introducción, Los estudios descriptivos: un primer acercamiento al fenómeno y su significado, Dos variables a considerar: sexo y edad, Conclusión y Bibliografía.
- 3. Bullying en la escuela: un fenómeno grupal, Christina Salmivalli y Kätlin Peets. Introducción, el contexto diádico del bullying escolar, ¿De qué modo participa el grupo en el bullying?, ¿Podemos predecir la implicación en el bullying?, Implicaciones para la intervención sobre el bullying, El programa KiVa en Finlandia, Conclusión y Bibliografía.
- 4. Bullying: un fenómeno inmoral, Antonella Brighi y M.ª Luisa Genta. Introducción, La respuesta moral en el comportamiento agresivo, La desconexión del discurso moral, Del razonamiento moral del individuo a los valores culturales, Valores culturales y agresores adolescentes italianos, Conclusión y Bibliografía.
- 5. Bullying en la escuela infantil, Françoise D. Alsaker y Ulrika Louise Vilén. Introducción, Dificultad de la investigación del bullying en la escuela infantil, El proyecto "Caminos hacia la victimización", Preescolares que se involucran en problemas agresor/víctima, El programa Be-Prox: un modelo suizo para afrontar el bullying en la escuela infantil, Conclusión y Bibliografía.
- 6. Bullying entre hermanos, Ersilia Menesini, Marina Camodeca y Annalaura Nocentini. Introducción, La contribución de las relaciones entre hermanos al contexto familiar, Relaciones entre hermanos: factores relacionados y ajuste personal y social, El bullying en casa y en la escuela, Conclusión y Bibliografía.

Segunda Parte: Nuevas formas de violencia juvenil, contextos y poblaciones vulnerables.

- 7. El uso violento de la tecnología: el cyberbullying, Joaquín Mora-Merchán, Rosario Ortega, Juan Calmaestra y Peter K. Smith. Introducción, Los orígenes del cyberbullying, ¿Qué es el cyberbullying?, Hechos y cifras. ¿Qué podemos aprender de la investigación? Implicaciones educativas, Conclusión y Bibliografía.
- 8. Violencia sexual y cortejo juvenil, Javier Ortega-Rivera, Virginia Sánchez y Rosario Ortega. Introducción, Sexualidad y cortejo en la adolescencia, Cuando el cortejo se hace violento, El fenómeno de la violencia sexual, ¿Es la violencia sexual un fenómeno emergente?: la prevlencia del fenómeno, La violencia sexual en el contexto de la pareja, Conclusión y Bibliografía.
- 9. Sociedades pluriculturales y violencia escolar racista, Claire Monks, Rosario Ortega y Antonio J. Rodríguez. Introducción, Victimización y diferencias culturales: del insulto racista a la exclusión social, Victimización racista y autoestima, El efecto de la diferencia cultural (grupo mayoritario versus grupos minoritarios) sobre la autoestima personal y cultural en escuelas inglesas y españolas, Conclusión y Bibliografía.
- 10. Pobreza, subdesarrollo y violencia escolar, Rosario del Rey, Eva M.ª Romera y Rosario Ortega. Introducción, La pobreza y el subdesarrollo en el mundo actual, Naturaleza y tipos de violencia en las poblaciones pobres, La respuesta a la pobreza y a la violencia, Conclusión y Bibliografía.
- 11. La apropiación de la identidad: una forma cruel de violencia, Andrea Smorti y Livia La Torre. Introducción, La construcción de la identidad, Los procesos histórico-culturales de la apropiación de la identidad: el caso argentino, Los procesos psicológicos de la apropiación de identidad: un estudio sobre las historias de los hijos de los desaparecidos, Conclusión y Bibliografía.

Tercera Parte: Intervención psicoeducativa contra el bullying y la violencia escolar.

- 12. Construir la convivencia para prevenir la violencia: un modelo ecológico, Rosario Ortega, Rosario del Rey y Francisco Córdoba. Introducción, Convivencia escolar y claves para su análisis, Dificultades de la convivencia, La educación de la convivencia, Claves para la construcción de la convivencia, Más allá de la gestión ordinaria de la convivencia: afrontar los riesgos, El modelo "Construir la convivencia para prevenir la violencia", Conclusión y Bibliografía.
- 13. El modelo ABC para prevenir y afrontar el bullying. Introducción, Evitar la agresión, ser tolerante y cuidar de otros: el ABC contra el bullying, Fases, estrategias y elementos clave del proyecto ABC, La política del ABC en relación con las familias y con la comunidad en general, La evaluación del programa ABC, Conclusión y Bibliografía.
- 14. Sociología y violencia escolar: Un enfoque contextual, Erick Debarbieux y Catherine Blaya. Introducción, ¿Es la violencia escolar una violencia de intrusión?, Las causas escolares de la violencia en la escuela, Factores comunitarios y escolares: un sistema, El entorno y la vinculación social como factores de protección, Consecuencias para la acción educativa, Conclusión y Bibliografía.
- 15. Evaluación de programas de intervención: El proyecto "Beispiel des WiSK", Christiane Spiel, Dagmar Strohmeier y Moira Atria. Introducción, Criterios de calidad en los programas de prevención e intervención, La evaluación científica, La evaluación en el ámbito de la prevención de la violencia, WiSK: programa para el desarrollo de habilidades sociales en la escuela, El "proyecto aula" del programa WiSK, La evaluación del "proyecto aula" de WiSK, Conclusión y Bibliografía.

Ni de lejos se ha dicho la última palabra sobre el acoso escolar. Muchos expertos abordan su estudio con una candidez sonrojante. Las medidas para frenar la violencia en las aulas son controvertidas. ¿Qué hacemos con los agresores? ¿Qué convierte a una persona en una amenaza para el prójimo? ¿Es posible que las víctimas puedan seguir adelante con sus vidas como antes?


El etólogo, neurólogo y psiquiatra judío Boris Cyrulnik, nacido el 26 de julio de 1937 en Burdeos, Francia, respondió a esta última pregunta hace unos años. Su caso es un ejemplo de superación: siendo niño, perdió a sus padres tras ser deportados durante la II Guerra Mundial. Logró sortear la muerte y su experiencia vital le motivó a estudiar psiquiatría y luego a dedicarse a trabajar con niños afectados por un trauma. Ha popularizado el concepto de resiliencia. Escribió varios libros. En España los han publicado  Gedisa y Debate. De ellos querría destacar dos, quizá los más conocidos: Los patitos feos y, sobre todo, Morirse de vergüenza. El miedo a la mirada del otro. En el segundo libro, que en ocasiones parece una sucesión de aforismos, vemos muchos ejemplos de cómo el sentimiento de vergüenza es un producto psicológico. Se trata, entre otras cosas, de una cuestión de actitud. Imaginemos dos grupos de emigrantes. Uno añora su tierra y lamenta su situación actual en el extranjero, el otro ve en el país de adopción una nueva oportunidad. Según el autor, pasado un tiempo, el primer grupo permanece aislado, sus hijos son malos estudiantes y algunos han caído en la delincuencia; el segundo se ha sabido adaptar, sus hijos se han integrado y han podido desarrollarse profesionalmente. En el caso expuesto no quiero ver que un grupo fue capaz de abrirse camino y otro no, más bien que, a pesar de las dificultades, es posible reengancharse al tren de la vida. Eso es muy importante: nunca es tarde. Ahora bien, ¿por qué hay personas que no pueden superar las adversidades? ¿Por qué su resiliencia es baja? Para eso no existe una respuesta o, al menos, no una fácil.


Tim Guénard es otro ejemplo de superación. Relató su vida en un libro que se ha convertido en superventas: Más fuerte que el odio. Cómo escapar de un destino fatal y convertirse en un hombre feliz a pesar de la desgracia. Invito al lector a que conozca la experiencia de este francés. En Youtube hay un vídeo en el que se presenta al público.

Mi recomendación a los padres es que vigilen la evolución de sus hijos, que los visiten en el patio de la escuela siempre que puedan para ver desde lejos si juegan con el resto de sus compañeros; que comprueben si tienen moratones, si alguien hizo dibujos o escribió palabras malsonantes en su material escolar; que se fijen si durante los fines de semana no tienen con quién jugar o prefieren quedarse solos (cuando ésta no era su actitud habitual). Si notan que algo no va bien, pregunten al chico con discreción y quéjense en el colegio, pues tienen motivos para hacerlo. No sientan vergüenza, que de eso suelen valerse los que intimidan. No esperen heroicidades por parte de nadie: el resto del grupo puede tener miedo y no desea complicarse la vida, tal vez ignora el problema o lo contempla desde la distancia y la apatía. Puede que en el colegio, incluso, detecten un silencio cómplice; en ese caso, cambien inmediatamente a su hijo de centro porque la batalla ahí está perdida. A veces, uno no necesariamente ha de encajar a la fuerza, sino que debe encontrar su lugar en el mundo.

Dedicaré más entradas a este tema en el futuro. Por hoy vale con lo escrito. Mis mejores deseos a todos los escolares que la próxima semana comienzan una nueva singladura académica.

Ahora me dirijo a ti, joven lector, por si hubieras encontrado este blog buscando ayuda. Lo que te voy a pedir es muy difícil, especialmente a tu edad, pero es importante que lo hagas. Antes de nada quiero decirte que no tengas miedo, que no se te pase por la cabeza tirar la toalla, pues tienes una larga y hermosa vida por delante, que yo y muchos más te creeremos y te apoyaremos: ¡¡no estás solo!! Lo que sucede en tu clase o en tu colegio no es un reflejo de toda la sociedad. Lo que te pido es que encuentres un momento en el que te sientas cómodo con tu padre o tu madre. Si vives con tus abuelos o con otro familiar, dirígete a uno de ellos. Díselo, cuéntale que en tu colegio alguien te molesta y no temas ponerte nervioso, llorar o sentir miedo. El miedo y la vergüenza nos acompañan toda la vida, pero lo importante es no hacerles demasiado caso. Descuida, eso no agravará tu situación. Al contrario, la solucionará. Los agresores dicen eso: "No se lo digas a nadie o...". ¿Sabes por qué lo repiten constantemente? Porque, mientras tú no digas nada, ellos podrán seguir molestándote. No creas que van a dejarte en paz si tú no les pones freno. Pueden seguir así durante años. No se lo permitas. No te conviertes en blando si pides ayuda. Al contrario. Ellos serían los primeros en hacerlo. Tú no tienes por qué soportar ningún tipo de maltrato, ¿de acuerdo? Los maltratadores suelen ser, a su vez, víctimas de alguna injusticia; otras veces, sencillamente, son así, pero ése no es tu problema: es el suyo. Ese familiar al que pidas ayuda hablará con el jefe de estudios y ellos pondrán fin a esa situación. Si, a pesar de eso, alguien siguiera molestándote, vuelve a hablar con tu familia y también con tu tutor. Recuérdalo: tú no tienes por qué ser la víctima de ningún maltrato. Sé fuerte y rompe tu silencio. No recurras a la violencia. Las personas fuertes e inteligentes rara vez se pelean. De veras, no hay nada que temer. Pide ayuda, que los adultos se ocuparán del resto. Y tú no dejes de estudiar :)

Por otro lado, si quienes te hacen daño no son tus compañeros (o no son ellos solamente), sino alguien en casa (por ejemplo, tus padres o algún otro familiar), entonces, por favor, pide ayuda a algún adulto en quien confíes. Lamentablemente las personas mayores no tenemos poderes especiales (vamos, que no leemos el pensamiento) y no siempre podemos detectar todo lo que le sucede a los menores, así que debes dar el primer paso y hablar. Te preguntarás cómo es posible que tu padre y/o tu madre te peguen o te insulten, que no te presten atención y no cuiden bien de ti. No puedo darte una respuesta precisa.

En esta entrada te he mostrado el ejemplo de varias personas que lograron dejar atrás un pasado difícil. Tú también lo conseguirás. En realidad, todos podemos cambiar si queremos. ¡Ánimo! Recuerda: pide ayuda. No tienes que seguir sufriendo en silencio.