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Ludwig Bieler nos informa acerca de Apuleyo: vivió bajo el mandato de los Antoninos. Estudió en Cartago y Atenas. Completó su formación viajando. Trabajó en Roma y se dedicó a la sofística. Enviudó y los familiares de la mujer lo acusaron de haberla embrujado. Su discurso de defensa le hizo célebre. Dicen que se trata de la figura más antigua en Occidente del neoplatonismo pitagorizante. Las metamorfosis, obra mundialmente conocida como El asno de oro, le concedió gloria imperecedera. El primer volumen de la Propiläen Geschichte der Literatur, al cuidado de Erika Wischer, poco nos informa al respecto, pero leemos un buen resumen en el Dizionario Letterario Delle Opere del editor italiano Valentino Bompiani. Allí se afirma que esta obra, según la opinión del patriarca Focio en su Biblioteca, guarda cierta semejanza con Lucio o el asno de Luciano. No obstante, afirma que, si bien éste tiende al sarcasmo y al escepticismo, aquél se decanta por lo místico y religioso. En español existen varias ediciones del clásico de Apuleyo. Los que deseen contrastar el original con una buena traducción cuentan con los dos volúmenes editados por el C.S.I.C. en su colección "Alma Mater". Sólo en castellano, Cátedra y Gredos han publicado, junto con las clásicas de Alianza y Juventud, las dos más populares. Quizás el lector pudiente opte por la de Gredos con buen criterio. Yo, algo más modesto, me conformo esta vez con la de Cátedra. Es recomendable, si no hay tiempo para más, leer el breve relato intercalado sobre Eros y Psique.
Los tónicos de la voluntad. Reglas y consejos sobre investigación científica ha sido reeditado recientemente por la editorial GADIR. Cajal afirmó que este volumen estaba dirigido a los jóvenes aficionados a la Ciencia en general y a la biología en particular. Yo he empezado a leerlo y, vaya, me parece que me acompañará largo tiempo: un clásico.