Las noches blancas es una novela de Fiodor Dostoievski. El director italiano Luchino Visconti obtuvo el León de Plata en el Festival de Venecia de 1957 por su adaptación al cine. Le notti bianche cuenta la historia de dos personas: un joven solitario, tímido con las mujeres, que una noche decide hablarle a una señorita que aguarda en un puente la llegada de su amor, que partió de viaje hace algún tiempo y del que no ha vuelto a saber. Entre ambos se establece una relación que durará varias jornadas y que siempre transcurre en las horas del ocaso (de ahí el título).
No contaré más por deferencia a quienes aún no vieron la cinta. A todos ellos se la recomiendo vivamente. ¡Recuerda tanto a algunos de esos mitos griegos con los que Occidente construyó su identidad y de los que ahora, en un acto irresponsable, renuncia avergonzado! La misma crisis sufría el cine italiano y el propio Visconti en el momento de rodarla. La interpretaron Marcello Mastroianni en el papel de Mario y Maria Schell en el de Natalia.
Bajo estas líneas, cuatro fotogramas del clásico de Visconti. Corresponden al encuentro de Mario y Natalia en las frías calles de una vieja ciudad, a la primera cita, al simpático baile del protagonista y a la cuarta y última noche en una panorámica de la ciudad antes de amanecer
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