La literatura rusa vuelve a estar de moda entre los lectores españoles. Después de la muerte de Tolstoi (Лев Николаевич Толстой) el 20 de noviembre de 1911, el país más grande del mundo sufriría una de las mayores tragedias humanas de nuestro tiempo. La siguiente lista nos ayudará a conocer mejor ese trágico periodo del siglo XX:
El profesor de Historia en la Universidad de Londres Orlando Figes es uno de los autores que mejor ha escrito sobre la revolución rusa. Así lo ha considerado unánimemente la crítica especializada. El lector puede consultar la página web de Figes pinchando aquí. Varios de sus libros se han traducido al castellano: A People´s Tragedy: The Russian Revolution, 1891-1924, Natasha´s Dance: A Cultural History of Russia, The Whisperers: Private Life in Stalin´s Russia (publicados en España por Edhasa) e Interpreting the Russian Revolution: The Language and Symbols of 1917 (editado conjuntamente por Biblioteca Nueva y la Universidad de Valencia).
Vitali Shentalinski ha publicado tres libros basados en numerosos archivos de la KGB sobre autores rusos que sufrieron la censura y la represalia estalinistas. Entre esos documentos se encuentran textos de los propios escritores que jamás vieron la luz durante el régimen comunista. Galaxia Gutenberg los ha traducido al español: Esclavos de la libertad: los archivos literarios del KGB (2006, 555 páginas, ISBN: 9788481095869), Denuncia contra Sócrates. Nuevos descubrimientos en los archivos literarios del KGB (2006, 516 páginas, IBSN: 9788481096309) y Crimen sin castigo (2007, 632 páginas, ISBN: 9788481096675).
Alexandr Solzhenitsyn recibió el Premio Nobel en 1970, pero prefirió no acudir a Estocolmo y ultimar su gran obra: Archipiélago Gulag. Un año antes había sido expulsado de la Unión de Escritores Soviéticos por denunciar la censura oficial de la que había sido víctima tras no ver publicadas varias de sus obras. Tusquets lanzó Archipiélago Gulag en tres gruesos volúmenes siguiendo la edición definitiva que nos legó Solzhenitsyn: el testimonio del horror que sufrieron millones de personas en los campos de internamiento soviéticos. Entre ellos, el propio autor.
El libro negro del comunismo es el trabajo de investigación de un grupo de profesores universitarios y expertos europeos coordinado por Stéphane Courtois. Lo ha reeditado en 2010 el sello Ediciones B. Más de mil páginas con datos estremecedores.
Koba el Temible. La risa y los veinte millones. Obra de Martin Amis.
Otros libros: Lo que no puedo olvidar, las memorias de Anna Larina, hija y esposa de dos destacadas figuras del comunismo ruso que terminaría sufriendo en su propia piel la tragedia de millones de personas sometidas por la dictadura soviética. De Andrei Platonov se publicaron en español dos libros: La patria de la electricidad y otros relatos, y Chevengur (Cátedra lo ha reeditado en 2009). Finalmente, Un espíritu prisionero, de Marina Tsvietáieva, y Corazón de perro y La isla púrpura, de Mijaíl Bulgákov.
Hace sólo unos meses, el búlgaro Tzvetan Todorov presentó en España su último ensayo: La experiencia totalitaria, también en Galaxia Gutenberg (la colección "Testamentos" merece una estantería privilegiada en nuestra biblioteca y, más aún, un lugar preferente en nuestra memoria). Con este título cierro la entrada de hoy y les deseo una feliz y provechosa lectura. Aunque la vida duela, el paso desgraciado de tantas personas por este mundo hace que palidezcan nuestras pequeñas miserias. El dolor que cada uno de nosotros siente no puede medirse en ninguna balanza ni es comparable al de otro ser humano, pero se hace pequeño y desaparece cuando lo compartimos con alguien dispuesto a escucharnos. El diálogo es una excelente terapia. Cuando hablamos a otro hombre y éste nos responde sabemos que no estamos solos y el miedo se disipa como la niebla al salir el sol de la mañana. En la noche fría de enero, escucho en silencio el testimonio descarnado de las víctimas. Me susurran al oído para contarme su terrible historia. La dignidad del oprimido es serena y calma. Ellos ya están muertos. Nosotros somos los que tenemos aún algo que perder, algo por lo que luchar.