Durante una visita a la ciudad gallega de Vigo, pude fotografiar una de esas esculturas conmemorativas que el Excelentísimo Ayuntamiento de la ciudad había dedicado a la memoria de Julio Verne en su centenario.
Ayer, leyendo el magnífico blog de Enrique G de la G, supe de unos yacimientos de cristal que se encuentran en Naica, en la provincia mexicana de Chihuahua. Lo sorprendente de estos yacimientos es el volumen de los cristales, enormes bloques puntiagudos de más de dos metros. Toda esa estructura tubular se encuentra en dos galerías, la segunda, encontrada y fotografiada no hace mucho, a trescientos metros bajo tierra. El equipo fotográfico, jugándose el tipo, ha tomado imágenes del inquietante lugar. Recomiendo el acceso y la consulta de la página web oficial , donde también han colgado un vídeo.
El dibujante español JAN se sacó de la manga un as, que es como un Asterix et Obelix a la catalana, un superhéroe que tiene poco de Superman y mucho de vecino del tercero izquierda. Las aventuras desiguales de este amigo nuestro, Superlópez, cuentan con un volumen magnífico y que hoy ya no se encuentra disponible en librerías, pero sí en bibliotecas. Es aquél que recogió, entre otras maravillosas historias, la de Viaje al centro de la tierra. Las ilustraciones de ese cómic y el texto de Verne se dan felizmente la mano en una de esas épicas historias de dibujos y texto rápido que enganchan desde el comienzo y, llegados al final, se recuerdan siempre con gratitud y una sonrisa bobalicona, como la que ponen los adultos cuando parecen niños. Pues bien, fíjense en esas viñetas y luego vayan a la página web de Naica. A veces, el parecido entre realidad y ficción es más sorprendente que la propia ficción, de donde se deduce que la realidad siempre supera a esta última.
¿Recuerdan los lectores españoles el último anuncio de la firma alemana Audi? Aquél que reza: "Nunca has visto un Audi tan cerca". Es pura retórica, pues, en realidad, el mensaje se refiere a las escenas que ha presentado el comercial: un manguito del motor aumentado mil veces, una rueda aumentada quinientas veces, etc. Cuando uno repara en esas imágenes y descubre un universo diminuto en el que las superficies no son tan lisas como nosotros las imaginamos y tocamos, uno puede soñar con la materia primaria, con la forma esencial, eso que decían "sustancia". También, si el lector es más gráfico que especulativo, podría comparar la forma aumentada del aluminio con la de aquellos tubos de cristal de la mina de Naica. Viendo a los miembros de la expedición en la galería, uno puede trasladar a uno de esos tipos en mono chillón y colocarlo en el anuncio de Audi: tan alucinante como probado. ¿Quién sabe si tendremos primos hermanos a escala subatómica descubriendo un universo ignoto más allá de qué sé yo qué estancia del núcleo? El día que el hombre viaje por el espacio, ¿no hará algo similar?