lunes, 30 de agosto de 2010

LA VIDA DE UN HOMBRE, EL DESTINO DE MILES

Felix Kersten, el médico de Satán (2010) es un film de Emmanuel Amara. Narra la relación que mantuvo Heinrich Himmler con su doctor, Felix Kersten, especialista en masaje terapéutico. Es un episodio desconocido de la II Guerra Mundial que sorprenderá a todos los espectadores. En el documental se afirma que sesenta mil personas salvaron la vida gracias a la negociación establecida por Kersten con su paciente, quien accedió a liberar prisioneros a cambio de sus servicios como masajista. Al parecer, Himmler sufría frecuentes calambres en el estómago que sólo las manos de Kersten lograban calmar. La dependencia del Comandante en Jefe aumentó según avanzaba la guerra. La presencia del médico era requerida con mucha frecuencia, de forma que ambos llegaron a entablar una larga relación de la que Kersten obtuvo ciertos favores y, con el tiempo, una gran responsabilidad. Jugó un papel decisivo en el destino de miles de personas apresadas por los nazis: disidentes políticos, homosexuales, judíos, comunistas... La historia reconoció su gran labor demasiado tarde. No obstante, Kersten recibió tras la guerra las máximas condecoraciones de varios países, como fue el caso de Holanda.

El documental de Emmanuel Amara sirve para que muchos conozcamos ahora la vida de Felix Kersten y para que todos aprendamos con su ejemplo y reconozcamos el enorme valor de este hombre. Sería una buena idea pasar esta cinta en los colegios. Así los alumnos podrían comprobar cómo el conocimiento es útil. Si Kersten no hubiera estudiado, ¿habría podido salvar la vida de tantas personas? También aprenderían que el estudio debe perseguir el bien y que el esfuerzo siempre obtiene los más dulces frutos.

Existe un libro de 2002 titulado The Devil´s Doctor: Felix Kersten and the Secret Plot to Turn Himmler Against Hitler, escrito por John H. Waller, historiador norteamericano y agente de la CIA, fallecido en 2004 a la edad de 81 años. The Washington Post le dedicó una interesante necrológica.

"Madre con su hijo muerto", escultura de Käthe Kollwitz - Neue Wache (Berlín)