martes, 27 de marzo de 2012

ARGENTINA, AÑO CERO (ENTRADA ACTUALIZADA)


[Nota del 7 de abril de 2012: El gobierno argentino, tras las numerosas críticas recibidas, ha dado marcha atrás, normalizándose el servicio de importaciones. Celebramos la rectificación y confiamos en que no vuelva a sugerirse esta medida en el futuro.]

Leo en el diario Clarín (noticia del 23 de marzo de 2012) una noticia que no consigo creer. Atención a las siguientes palabras:

Este mes entró en vigor la resolución 453/2010 de la Secretaría de Comercio Interior al ser instrumentada por la disposición 26/12 de esa misma dependencia, por la que antes de la comercialización o ingreso al país de las publicaciones extranjeras deberá certificarse que las tintas que se utilicen en productos gráficos no contengan "más de 0.006 por ciento de plomo".

Sea la excusa para intentar que el número de importaciones no exceda notablemente el de las exportaciones, para frenar una inflación que algunas personas sitúan en el 20% o bien para paliar otra enfermedad que mejor conocerán los economistas y expertos en comercio dedicados a estos asuntos, el caso es que esta traba conlleva un bloqueo prácticamente total de la entrada de libros, revistas o cualquier texto que se haya editado en el extranjero. El particular podrá acercarse a la aduana para recoger el pedido, pero, claro, previo certificado de que el texto no supera los índices de plomo exigidos por la ley. ¿Quién se tomará esa molestia? Nadie. Por lo tanto, esta medida supone un freno evidente al comercio y al conocimiento, un freno (en definitiva) al país.

El problema es que esta medida se ha extendido, por ejemplo, a la importación de medicamentos. La mayoría de los fármacos son de importación. Imaginen el estado de nervios que tendrán hoy personas con problemas de alergia, dificultades respiratorias, enfermas de cáncer o sida, etc. Por no entrar, no entran ni las cremas para la cara. Ya se habla de la venta de los mismos en el mercado negro a un precio desorbitado y sin garantías sanitarias.

¿Cómo puede mirar al futuro un país, por ejemplo, cuyos médicos no tienen a su disposición libros nuevos con los que actualizar sus conocimientos ni medicinas con las que curar a sus pacientes?

Noticias en la prensa argentina:

La Nación ("Restringen el ingreso de libros y revistas", "Imperdonable escasez de remedios", resto de las noticias relacionadas con la traba a las importaciones aquí)

Clarín ("Critican la restricción al ingreso de libros y revistas al país", "El 78 por ciento de los libros que se venden en el país son importados")