Una entrada acerca de lápices, tintas y papel. Porque nosotros también lo valemos.
Lápices
La alemana Faber-Castell es una empresa familiar que, desde 1761, produce los mejores lápices del mundo. En su página web podemos leer una breve historia del negocio y conocer todos los productos de su catálogo: además de por los lapiceros, Faber-Castell es conocida mundialmente por sus estilográficas, sacapuntas, gomas de borrar, minas y portaminas, bolígrafos, rotuladores y complementos de escritura en general. Si tienen previsto viajar por Baviera en las próximas semanas, les recomiendo una visita al castillo y a la fábrica-museo que la empresa tiene en el pueblo de Stein, muy cerca de Nuremberg.
La excelencia está representada en su gama Premium, concretamente en la línea Graf von Faber-Castell. A comienzos de nuestra década, la empresa produjo una serie limitada de 1761 unidades para conmemorar su 240 aniversario. El resultado fue el "lápiz perfecto", una pieza superlativa al alcance de pocas economías domésticas. Se puede encontrar, en la misma línea Graf, un lapiz casi idéntico, más económico y, sin embargo, excelente. Dentro de su gama de productos, yo resaltaría los estuches Polychromos Künstlerfarbstifte de la sección Art & Graphic.
Existen otras firmas de gran prestigio, como Staedtler, creada hace más de siglo y medio en Nuremberg, o nuestras entrañables Alpino, fundada por la familia Masats en Gerona, cuyos lápices comenzaron a fabricarse en 1933 con los restos de madera que sobraban de los juguetes que producía la fábrica en Anglés, y Jovi, empresa líder en el sector escolar. El primer productor en el Reino Unido fue la casa Derwent, que inició su singladura en 1832. Su página web es una delicia que recomiendo a todos los lectores. Derwent es una firma reconocida en todo el mundo y ofrece una gran gama de lápices. También cabe destacar la firma suiza Caran d´Ache, que toma su nombre del seudónimo que escogió el célebre caricaturista francés Emmanuel Poiré. Según nos informan los textos, Caran d´Ache provendría del ruso karandash, es decir, 'lápiz'. A su vez, karandash remitiría al turco kara taş, que significa 'piedra negra'. Supongo que piedra negra se refiere al grafito, mineral con el que se hacen las minas del lápiz. La sección "Instrumentos de Escritura" de la página web de Caran d´Ache es un canto a la excentricidad y al lujo. Yo prefiero recomendarles el apartado de lapiceros para profesionales, donde destaca con merecimiento la serie Luminance 6901.
Tintas
La firma francesa J. Herbin es la productora de tinta más antigua del mundo. Comenzó su comercialización en 1670. Destaca su gama de tintas para estilográfica "La Perle des Encres" y otra variedad destinada al plumín, la pluma de ave, el cálamo o el pincel. El cliente puede optar, en este último caso, por tintas invisibles, la Encre Authentique (una variedad de negro intenso muy común antaño entre los notarios franceses) o tintas para caligrafía, entre otras variedades. No conocía las plumas de cristal. Son un invento veneciano, hecho en cristal de Murano. Según J. Herbin, pueden escribir una página entera sin necesidad de recargar la tinta. Las de diseño en espiral son mis preferidas. La empresa francesa también es conocida por sus excelentes lacres. Resulta penoso que tanta sofisticación haya caído en desuso. ¿Ustedes se imaginan recibir una carta con sello lacrado? Sería la anécdota de la semana y el remitente se apuntaría un tanto de elegancia.
Otra firma de caligrafía que no podemos pasar por alto es la alemana Brause. Se fundó en 1850 en la ciudad de Iserlohn, a unos veinte kilómetros de Dortmund, en Renania del Norte-Westfalia. Son expertos en tinta, palilleros, plumillas y papel. Quien sienta una repentina vocación amanuense o simplemente quiera aprender el arte de la caligrafía de un modo autodidáctico, Brause pone a su servicio varios sets de aprendizaje. Lo que más me llamó la atención de su web es que incluyen hasta ejemplos del tipo de letra que el comprador logrará realizar.
Papel
En cuanto al papel, puede decirse que franceses, alemanes e italianos se reparten la gloria. Por parte gala, Arches, Canson y Clairefontaine son los referentes mundiales del papel para artistas; Cartiera Magnani y Fabriano (considerado el mejor papel del mundo) son el estandarte italiano y Hahnemühle es una firma alemana que, sin olvidarnos de Brause, ha encumbrado la manufactura germana. Según ciertos documentos, los primeros papeles Cartiera Magnani datan de comienzos del siglo XV, en concreto, de 1404, cerca de la ciudad de Pescia. Desconozco más datos históricos de la empresa y no he encontrado ninguna página web oficial. Dado que tampoco he usado nunca este papel, me limitaré a citarlo. En tiendas especializadas se pueden adquirir productos de esta empresa, de la que se asegura que fabrica un papel de primera calidad a un precio razonable.
La página web de Arches contiene numerosos documentos relacionados con el papel, su fabricación, tipos, materiales, técnicas de impresión y varios consejos relacionados con la elección del papel. La empresa ofrece una gama de papeles de excelente calidad para impresora. Arches se encuentra en todas las tiendas especializadas en Bellas Artes y también en papelerías generales e hipermercados. Hace años intenté la acuarela porque es la técnica más limpia para practicar en casa; resulta, sin embargo, una de las más difíciles de dominar. El papel de acuarela Arches me pareció un producto magnífico, quizás indigno de un principiante torpe como yo. La empresa gala también fabrica un papel profesional para la edición de arte, especialmente grabados. La marca, además, diseña pinceles.
Al igual que Arches, la firma Canson ofrece una gran variedad de papeles. En la especialidad de Bellas Artes, tiene diferentes gamas para acuarela, óleo y acrílico, dibujo y artes gráficas. Recomiendo la versión argentina de la web oficial (la francesa me resulta demasiado caótica).
Clairefontaine ha diversificado su producción, convirtiéndose en uno de los grandes surtidores de cuadernos escolares de Europa. Además, la firma francesa colabora con Unicef, contribuyendo desde 2004 con un donativo anual de 673.000 euros (que ya es dinero) para la construcción de escuelas, suministro de material escolar y formación de profesores. Según datos de su página web, más de ciento veinte millones de niños no han sido aún alfabetizados. Tres veces la población de España... Recomiendo la sección de papel para caligrafía (fíjense en el detalle: Clairefontaine remite a las páginas web de J. Herbin, proveedor oficial de sus papeles, y Brause).
La firma catalana Sadipal es el distribuidor exclusivo en España de Fabriano, empresa italiana que pertenece al Gruppo Fedrigoni, con sede en Roma, una máquina de hacer dinero que factura quinientos millones de euros al año. Dicho así, parece que de artesanal ya le queda poco a la marca romana que echó a andar en 1264. No obstante, su sistema industrial ofrece un papel de gama alta pensado para el artista más exigente y aún conserva un tipo de papel hecho a mano. Fabriano cuenta con varias boutiques en Italia y otros puntos de venta asociados en casi toda Europa, en EE.UU. y Japón. Su papel para correspondencia es muy elegante.
Guarro Casas es la firma española fundada en 1698 por don Ramón Guarro. Se ubicaba en La Torre de Claramunt de Capellades, Cataluña, y ya Carlos III le concedió privilegios fiscales por la calidad de sus productos, que, en palabras del monarca, excedían la del mejor papel llegado de Holanda. Yo casi siempre utilizo las cartulinas Guarro, especialmente el papel para dibujo y el papel cebolla, tan útil para hacer mapas y aprender las técnicas básicas con el lápiz. Los niños ya no dibujan mapas: los ejecutan, que para algo está ese chisme llamado impresora. Y así nos luce... Arches y Fabriano son mucho decir, pero mis simpatías están con la firma catalana, que también es española por mucho erre que erre que estén algunos todos los santos días.
Hahnemühle (ver aquí la web en castellano) es seguramente el mejor fabricante de papel fotográfico para impresoras profesionales (no en vano, acaba de obtener el premio Tipa 2009). Y no lo digo yo -que también-, lo dicen los expertos, que son a los que hay que escuchar siempre. Me ha llamado la atención, en su apartado de Bellas Artes, un papel fabricado a partir de las fibras del bambú. Cuenta naturalmente con papeles especiales para acuarela, pastel, óleo y acrílico, esbozos y, también muy llamativo, con cartones de passpartout y cartones de calcografía. Su marca de agua es un gallo (Hahn significa 'gallo' y Mühle, 'molino') y los papeles tienen los bordes barbados. Lo que se dice una pasada.
Existen otras empresas de semejante calidad. Para no cansarles, me detendré menos en la explicación de cada una:
Sennelier es una firma francesa con mucha solera. Me gusta su paquete de hojas para caligrafía. Lana, muy anterior a Sennelier, ofrece una gama de productos de primera calidad. Para mi gusto, de lo mejor que puede comprarse hoy. Richard de Bas hace papel a mano siguiendo técnicas tradicionales. Como característica destacada, puede decirse que cada hoja se hace aparte, con un algodón excelente y agua pura. El resultado es extraordinario. Aceptan visitas en su molino y cuentan con una pequeña tienda. También envían a domicilio a través del comercio online. Winsor & Newton es una firma británica de renombre en el mundo de las Bellas Artes. También tienen varias colecciones de papel artístico. La empresa Inveresk se encuentra en St Cuthberts Mill. Comercializa las colecciones Bockingford, Saunders y Somerset. Gmund y Zerkall son dos empresas alemanas que manufacturan algunos de los papeles más exclusivos del mundo. Tassotti es uno de los fabricantes más famosos de papeles de regalo y láminas con motivos artísticos. Seguramente habremos recibido alguna vez un obsequio envuelto en uno de sus papeles. Asimismo, numerosos pasillos y habitaciones de hotel se habrán decorado con sus láminas de plantas, flores y animales. Museo Digital Fine Art Media ha recibido el premio Digital Printer Shoot-Out Dima 2009 en la categoría 8.5” x 11”. Es la línea de productos para impresión digital de la firma americana Crane & Co. Numerosos fotógrafos confían en Museo para sus creaciones artísticas. Otra firma norteamericana es Rising, adquirida recientemente por Legion Paper, al igual que le ha sucedido a la marca de papeles Stonehenge. La mayoría de los productos de Rising sirven para proteger o enmarcar obras de arte.
P.S.- ¿Recuerdan ustedes una empresa de lápices gallega llamada Hispania? Resulta que en los años 70 ya hacían lápices de bambú. Yo conservo una cajita que debe de tener más años que los sellos de Franco. Lo que me tiene intrigado y no he sabido resolver aún es, no ya el parecido, sino el idéntico logotipo de la firma española y la alemana Zwilling. Fíjense:
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Aquí puede leerse la historia de la fábrica de lápices Hispania (también hacían peines) y aquí, la de Zwilling. Me he fijado que la dirección de los brazos en el logo de Hispania varía: unas veces el brazo de la izquierda está hacia abajo y el de la derecha hacia arriba, otras veces es al revés (¿lo modificarían pensando en el saludo franquista?). Me pregunto si el técnico Johan Sindel, que trabajó en la fábrica gallega desde el comienzo, tuvo algo que ver en la elección de la marca. Pero lo extraño es que el actual logo de Zwilling se fijó en 1969 e Hispania se fundó en 1934. ¿Traería en mente el señor Sindel el sello de la marca alemana? ¿Imitarían después los alemanes a Hispania? ¿Por qué Sindel pensaría en una firma alemana de cuchillos? Quizá se lo propusieran sus jefes. La hegemonía del lápiz alemán era incuestionable. Tal vez buscaban una maniobra de marketing: que el cliente español asociara inconscientemente el sello gallego con una firma alemana o bien que intuyera un parentesco que, en realidad, no existía, pero que a Hispania le venía muy bien para competir con las empresas alemanas. Quién sabe, me quedo con la duda.